Para nuestra fortuna, si bien son algo esporádicos nuestros viajes a las afueras de Durango, cuando lo hacemos solemos darnos el gusto de pasar por algún local de café en la ciudad a que viajemos, como en el último caso lo fue la ciudad de Guadalajara, a la cual acudimos a un establecimiento, gracias a la recomendación de las personas, realizadas a través de Google Maps, (Sí, ahora no solicitamos recomendación personal, confiamos en el poder de internet)
"Café Benito", tal y como mencionabamos, es un local ubicado en el centro de Guadalajara, con un espacio bastante amplio, cabe resaltar, contando el establecimiento con dos plantas; la primera, que es en la que se encuentra el café, y la segunda, como un espacio cultural y bazar, conocido como "LARVA".
Debemos decir que, al menos desde internet, el local se veía bastante interesante, aunque para ser honestos, ya estando en persona ahí, se nos hizo un tanto distinto, nos pareció estéticamente bastante frío y seco, siendo este como tal un pasillo largo, en el cual se hallan mesas grandes de madera, y donde los únicos detalles son algunos adornos artísticos, aunque eso sí, la luz natural entra bastante por sus ventanas, dando un toque algo cálido, al sitio rodeado de gris.
Pasando a la parte del menú, a pesar de tener lo que comúnmente se venden los cafés, los precios eran bastante moderados, de cierta manera.
Lo que nosotros pedimos fue un capuccino caliente y un americano frio (con leche), recibiendo este ultimo sin el ingrediente extra, por cierto; su sabor era bastante típico, suave al paladar, nada extraordinario realmente, máxime que en el capuccino el sabor era mucho más ligero de lo perceptible en el americano, algo que nos decepcionó un poco, siendo realistas, pues no se podia apreciar bien el sabor del café.
Aún cuando nos decepcionó el contenido del producto, el trato al menos fue bastante amable, aunque nada sumamente importante por mencionar.
Si visitan Guadalajara, y les da curiosidad la estética del café, o un toque en particular, pueden acudir a éste establecimiento, y decidir por ustedes mismos, qué tal les fue en su experiencia, agregando quizá a su orden, una crepa que, eso si, esas estaban deliciosas.