Quienes suelen
frecuentar cafés en nuestra ciudad, habrán de estar de acuerdo con nosotros en
que el café Wirikuta se ha establecido con pisada firme en Durango, incluso
quienes no se encuentran inmersos en éste mundo de color marrón, habrán
escuchado este nombre por lo menos alguna vez.
Nacido como un
proyecto de incubadora de empresas, Wirikuta logró consolidarse como una
propuesta seria con el paso de los años, llegando a convertirse en un verdadero
ejemplo a seguir al intentar siempre mejorar su servicio, capacitando de manera
profesional a su personal con diversos cursos impartidos en la capital del país
y ofreciendo a la clientela toda la información necesaria para aprender poco a
poco sobre la bebida y la gran gama de sabores que pueden ofrecer a su paladar
con cada visita nueva.
Contando
ya con 3 sucursales distribuidas en puntos estratégicos de la ciudad, le suman
a la cuenta un nuevo establecimiento ubicado en una zona céntrica, manteniendo
la esencia que los ha caracterizado con el pasar de los años, aunque con una
diferencia bastante radical en su nuevo concepto, y es precisamente éste
establecimiento el que decidimos visitar con la finalidad de tacharlos de
nuestra lista de cafés por visitar en nuestro coffe tour.
Dicho concepto se ve representado por un nuevo nombre:
"Wirikuta brunch" (adquiere su nombre en razón de que el establecimiento cuenta con un chef especializado para los alimentos ofrecidos), el cual tiene características bien definidas,
tanto en su servicio como en su establecimiento.
En primer
lugar destaca la inclusión de productos personalizados (sombrillas, alcancías,
agendas, etc,) que ponen a la venta al público en una estantería que a la vez
sirve como una bella decoración del lugar, el cual se encuentra compuesto de 2
plantas, entre las cuales existe una notable diferencia entre el ambiente, pues
mientras en los asientos ubicados a un costado de la barra de bebidas, en la planta
baja se percibe una vibra mucho más tranquila, en la planta alta por el
contrario, se siente un ambiente distinto, un tanto más cálido y moderno, que
hace sentir al cliente en un lugar acogedor al tener un diseño tipo
"departamento", con sillones, mesas y una barra con bancos que
cuentan con una bella vista hacia la parte exterior del establecimiento.
El espacio como
hemos mencionado, a pesar de ser amplio, da una sensación hospitalaria que se
complementa con la iluminación del lugar, que sin exagerar en la cantidad del
luz, da un aspecto nocturno bastante bello, a ello se le suma la música
"característica" de wirikuta, que concuerda completamente con el
concepto y reafirma su identidad (aunque en lo personal, tenemos la opinión de
que pudiese existir una variación en los estilos musicales de vez en cuando).
Respecto del personal tenemos 2 cosas que destacar, en primer lugar, el trato, el cual reluce bastante desde el momento en que abres la puerta, momento en el que una persona te espera para atenderte de manera básicamente inmediata, acompañándote al lugar en que decidas ocupar y entregándote una carta con las bebidas ofrecidas y otra con la carta de alimentos que puedes de igual forma probar, para complementar ambos alimentos.
Dentro del tema del personal podemos observar la buena
organización y coordinación existente entre quienes trabajan en el lugar, pues
cada uno cumple con sus diversas funciones sin desatender de ninguna manera a
la clientela, lo cual en muchas ocasiones resulta difícil al tratarse de un
lugar en que laboran un número considerable de personas, éste punto otorga
claramente eficiencia en el servicio, al coordinar atención y toma de la orden,
preparación de las bebidas y su entrega.
Ahora bien, hablando propiamente de las bebidas (café en nuestro caso), resalta el uso de un grano de café bastante reconocido en el país, tanto para el capuccino, como para el espresso que ordenamos en ésta ocasión, se utilizó un café con proceso lavado, proveniente de la finca chelín, sin embargo las opciones no se quedan únicamente en ese café, sino que se ofrece una amplia gama de cafés de especialidad, con diferentes procesos como el red honey (delicioso), doble fermentación o natural.
El capuccino
ordenado se encontraba decorado con arte latte y su sabor sin duda era bastante
rico, con la temperatura adecuada, la bebida ofrecía un balance ideal entre el
sabor intenso del grano, la leche y la capa de espuma ideal, y en el caso del
espresso, contando con un sabor intenso y un tanto apto para paladares con
gusto por lo amargo, en él se podían percibir aromas que capturaban la esencia
del café como si de fotografía se tratase, la crema que lo recubría denotaba un
brillo y consistencia bien lograda, era bastante uniforme y en efecto,
transmitía al paladar la esencia de un buen café, con vigor.
Sin duda,
el hecho de servir café de especialidad en todas las bebidas, le da
bastante notoriedad a Wirikuta y la verdad nos alegra bastante tener todas esas
opciones para degustar, pues además se ofrecen una variedad de métodos de
extracción que no es tan común encontrar en diversos lugares, ampliando aún más
la oferta para degustar un café como verdaderamente se debe hacer, aunado
a que los precios tanto de los alimentos como de las bebidas son bastante accesibles,
y tomando en cuenta la clase de cafés que utilizan, se agradece bastante el
hecho de no inflar los precios como ciertas cadenas suelen hacer aún y cuando
ofrecen café regular.
Por último nos
gustaría mencionar que, a pesar de que nuestro tour pasó por el nuevo
establecimiento de Wirikuta, el resto de sucursales tienen una calidad que
ofrecen una experiencia similar (aunque en verdad destaca la distinción de
conceptos), el personal es bastante atento en todo sentido; ya será decisión de
cada lector acudir a la sucursal de Wirikuta que más se acomode a sus
necesidades, tanto por ambiente como por ubicación, por lo que de nueva cuenta,
los invitamos a que por su propio paso, se adentren a vivir la experiencia por
sí mismos.
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