viernes, 1 de diciembre de 2017

Welika

El día de hoy les hablaremos brevemente de lo que fue nuestra experiencia en Welika, un local de café de "alta especialidad" (según su eslogan), que se ubica en la avenida 20 de noviembre de nuestra ciudad, y que forma parte de nuestra travesía como clientes amantes del café, experiencia de la cual habremos decir desde este momento, que
esperábamos un poco más.

Hablando en primer término de lo estético, el lugar por fuera no tiene tanto en sí el aspecto de local de café, excepto por los letreros que se encuentran a la vista; por el contrario, en el interior del lugar sí se siente un cambio a diferencia de la fachada externa, el lugar a simple vista se ve acogedor y se llega a sentir así; es un poco espacioso y tiene como característica detalles modernos de cafetería y un par de mesas para acudir acompañado, y el menú tiene una gran variedad de opciones promedio, por lo que te encontrarás con bebidas o comida que encuentras en cualquier otro café.

Nosotros decidimos probar un capuchino caliente y una prensa francesa, el día que acudimos; al pedir nuestra orden hubieron algunos fallos que a decir verdad nos incomodaron, en particular respecto a la prensa francesa, ya que este método es relativamente un poco más tardado de preparar, en especial por el tiempo que el café debe entrar en contacto con el agua para que el sabor y carga de cafeína sea la correcta en un método de extracción tan delicioso (4 minutos aproximadamente), y es que nuestro método literalmente nos lo llevaron a penas terminando de ordenar, inclusive antes de prepararnos el capuccino, evidentemente desde que observamos la prensa y el tiempo que transcurrió entre la toma de la orden y la entrega, supimos que no era algo normal, más aún al ver el color de la infusión que más que nada parecía un té; efectivamente al dejarnos la bebida, notamos inmediatamente en ésta que el sabor era demasiado suave, prácticamente sabía a agua caliente con media cuchara de café soluble; situación que no nos dejó felices en particular por las ganas que teníamos ese día de beber esa infusión; situación similar ocurrió con el capuccino que si bien sí tenía una buena temperatura, igualmente era demasiado suave en sabor y tenía demasiada espuma, mucho más de la que por regla está pensado para la bebida.

Dejando de lado la bebida, los jóvenes trabajadores del local fueron atentos y amables, aunque sí tenemos que resaltar que al preguntarles qué café usaban (pregunta básica), uno de ellos respondió meramente que era "de grano" a lo que después de aclarar nuestra pregunta de qué tipo de café usaban, otro de ellos nos dijo que creía lo traían de Veracruz, algo que obviamente en una cafetería de Alta Especialidad no sucedería, y ello más que por haber acudido a otros cafés de especialidad fuera del estado, lo decimos por ser evidente, pues una cafetería que de verdad es de Alta Especialidad, cumple con diversos requisitos como lo es el que quien te prepara tu bebida sabe el origen y proceso del grano que se utiliza, se usa buen café, se respetan los métodos y tiempos de preparación y diversas normas más establecidas para la preparación de cada tipo de bebida, lo cual en esencia no se cumplió en esta cafetería, al menos en la ocasión en que acudimos que nos dejó con un amargo sabor de boca y que no deberían permitírselo si en su eslogan se pretende vender un producto como de "alta especialidad".

Probablemente acudamos en otra ocasión para averiguar si el lugar efectivamente se puso a trabajar para ser una cafetería de alta especialidad y vender lo que ofrece, lo cual esperamos sea así, pues su ubicación puede otorgar el potencial necesario.

UBICACIÓN

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