14 de julio de 2016.
Aroma Café es uno de esos lugares que se encuentran por coincidencia mientras paseas por las calles de la ciudad, pues a pesar de encontrarse en la Zona Centro de Durango, su ubicación se encuentra en una calle que no es lo suficientemente transitada como las principales avenidas de la ciudad.
Aroma Café es uno de esos lugares que se encuentran por coincidencia mientras paseas por las calles de la ciudad, pues a pesar de encontrarse en la Zona Centro de Durango, su ubicación se encuentra en una calle que no es lo suficientemente transitada como las principales avenidas de la ciudad.
A decir
verdad, el lugar tiene como punto bastante fuerte lo estético, pues
fue precisamente esto lo que nos hizo detener en la banqueta sin siquiera saber
que el local se trataba de un café, ya que está adornado de una
manera bastante colorida, dándole al sitio un toque muy pintoresco y curioso a
la vez, pues mezcla diferentes estilos en el mobiliario que utilizan en
su local, que eso sí, podrían ser un poco mejor distribuidos acorde a las
características de cada uno.
Cabe destacar que el lugar, además de funcionar como un café, también
funciona como desayunador, donde ofrecen distintas variedades bastante económicas
accesibles para todo bolsillo, teniendo además como especialidad los cupcakes
personalizados (a base de pedido especial).
Ahora bien, en lo que respecta a nuestras bebidas (capuccinos en esta ocasión),
tenemos dos puntos a tratar, en primer lugar el sabor del café, el cual tenía un sabor
bastante agradable, por el contrario de las mezclas suaves que hemos venido
probando en el resto de locales, éste tenía un toque con bastante carácter, un
tanto más fuerte, más gustoso al paladar de quien gusta un café con un sabor,
como coloquialmente se le suele decir "más cargado".
Respecto
del segundo punto a tratar existen tres cuestiones negativas, la
primera consiste en que a pesar de que la presentación de los capuccinos es
bastante estética, no lo fue tanto así el producto en cuestión a la
temperatura, pues las bebidas que habrían de estar a 70° como suelen marcar los
estándares del capuccino, estaban a penas calientes, bastante cerca a
una temperatura ambiente, lo cual no debería suceder en la preparación de una bebida como
el capuccino; la segunda cuestión fue que la joven barista no tenía
idea en lo absoluto del café que se estaba sirviendo, pues al cuestionar el
origen del grano utilizado para nuestras bebidas no nos brindó respuesta, lo
cual siempre deja con incertidumbre a todo aquél que desee saber de dónde viene
el café que toma, aunado éste detalle al hecho de que su actitud no era lo
suficientemente servicial, pues además de desconocer cuestiones base en la
preparación del café, el "tacto" con los clientes (nosotros en éste
caso), no era de lo más cálido, sintiendo en nuestro caso como consumidores,
una atmósfera un tanto forzada entre nosotros y la joven barista.
*ACTUALIZACIÓN: Mediante mensaje personal Aroma Café nos hizo saber que la persona de cuyo trato al cliente hablamos párrafos arriba, ya no labora en su local debido precisamente a los inconvenientes antes señalados haciendo la atenta invitación a que visiten su establecimiento.